Chapoteando,
esperáis la muerte.
En mi boca,
calcáreos,
y geométricos,
os movéis,
en pos
del último aliento,
que,
como nuevo amo,
os impide avanzar,
y salpicando,
con sueño imposible,
mantel de rayas,
me recuerdo,
cual sentencia,
cuán vacío estoy,
en esta tina,
de escombros,
líquidos
e olvidada,
que es la existencia.
Daniel Flores Vidal ©