Finales del siglo XX. Una calurosa tarde de julio. Se escribe y se produce “El chico de Princeton”. Este himno sería el primero de una serie que quedaría bautizada como “Deportados del útero”. También, esa misma tarde, queda conformado el duo “Yatlooo y el DR. Humbucker”, llamado a escribir una de las páginas más gloriosas y anónimas del techno-pop mundial. En estos días, el auténtico “chico de Princeton” cumple años. Por primera vez está composición se hace pública. Sirva como regalo.
El chico de Princeton
Es un chico muy tímido el estudiante de Princeton
Permanece colgado en el abismo
Cinco ecuaciones decoran sus oidos
Ropas de mujer arden en la hoguera
¡Vamos Estela a la playa de Princeton!
Cómo iba a decirle al estudiante de Princeton
que no verá mañanas cerca de Niagara Falls
Que ardan las ropas, se repiten los signos,
este chico que gravita… ¡Es el chico de Princeton!
Preparemos un paseo por la playa de Princeton,
preparad los bocadillos, traeros un amigo.
Podéis ver al chico estudiando con Calixto,
Se sabe muchas fórmulas y algunos veredictos.
Chico, chico de Princeton.
Chico de Princeton verá la mañana
bostezando sobre el culo de la chica de Arturo…
Rimbaud, Rimbaud, bailemos el Rimbaud,
que está causando sensación.
Yat-Looo y el DR. Humbucker – “Deportados del útero”