De joven las pasé putas currando en el sector de la hostelería de los cojones, ya que fui tan gilipollas que lo primero que se me ocurrió tras acabar el COU fue sacarme la FP de cocinero. Ya lo sé: manda huevos acabar COU para dar un supuesto paso atrás en lugar de hacer una carrera. Cosas de la vida. No me arrepiento, pero el caso es que tenía pensado dedicar este cuarto post a la cocina (o comida) afrodisíaca. Va a ser que no: seguimos con la publicidad, y todo porque vi hace poco este anuncio en televisión, merece la pena que pinches en el enlace: Colacao cero.
Un minuto de reflexión. ¿ya? Bien. No se le ocurre otra cosa a la cachonda agencia de publicidad que ganó el concurso del colacao light que mostrarnos un culito de la hostia, y luego decir que es el cero perfecto. ¿No te partes la polla tras ver este anuncio? ¿Sabía la modelo a qué se exponía? ¿ya la han borrado el cerete? ¿Acaso se lo ha blanqueado? Si os parezco muy cerdo y soez no soy yo, solo soy un personaje que me he inventado… pero si os parezco un cachondo o me queréis follar… SÍ soy yo, nenas. El colacao realmente es un producto muy sensual: se distribuye en polvo, y era la principal manera de desvirgar a un varón español contra el poste de una portería de fumbol… seguro que os acordáis de la tribu preadolescente en el colegio gritando al unísono ¡colacao! ¡colacao! mientras un pobre chavalín era sujetado por 7 hijosdeputa en dirección al “palo corto” de la portería mientras le abrían las piernas… COLA K.O. Te lo digo tó y no te digo ná.
De la época del colacao cerete es el anuncio de la (supuesta) mayonesa Ligeresa, que no es mayonesa ni de coña porque no sabe a nada; es como comer nata salada con gelatina. Si quieres mayonesa, o te la haces, o te la compras, o te la pelas, pero eso no es ni yogur griego light carrefulero. Te pongo el anuncio para que lo veas, reflexionas, y me cuentas. Al final del spot aparece un tío comiéndose un trozo de zanahoria mojado en esa salsa insípida… puntualicemos: un tío con principios, es decir de los 80, JAMAS, pero JAMAS metería un palo de zanahoria (en todo caso un torrezno para compensar la falta de grasa) en un bote de ligeresa, pero ni siquiera para lanzárselo a su perro. Si os fijáis en el anuncio, el tipo se mete en la boca un troncho de zanahoria con ligeresa y se pira corriendo. No es que os deje solas, es que le acaban de entrar ganas de cagar.
Cuando veo este spot repito en voz alta ”cómete una polla” como si fuera un mantra. Por favor, putos publicistas, hijosdeputa, si los únicos que tenemos mayonesa en la nevera somos los tíos. Mayonesa pero de verdad, de la Hellmans, de la que engorda, para batirla con un ajo o para las hamburguesas… una tía no ha probado aún la mayonesa auténtica, esa que echas un huevo, un chorrito de limón y un hilo de aceite mientras remueves con una varilla. 120% materia grasa. Y qué rica.
Venga, a ver si a la próxima me centro en el tema de la comida afrodisíaca. Aunque tengo un gran problema, y es que no me suelo centrar mucho y seguido en nada concreto salvo cuando follo o me la pelo. Pero vamos por buen camino. Con suerte tenéis un primo al que le ha quedado una pensión por este mismo problema y me aprovecho de la jurisprudencia.
Mientras tanto que os folle un pez polla.
© Doctor Amor