Giras ahí dentro,
seccionada por la turbohélice de la Moulinex.
Giras dentro, entre espejos,
atrapada en un sucio tubo de cartón.
Giras y giras, sin mareos ni mareas,
sucumbiendo a las mentiras.
No eres leche, ni zumo, ni alimento;
fuiste tormento,
canción de cuna,
dueña del silencio.
Aprieto el botón, aumento la potencia,
más velocidad, más cuchillas, diciendo adiós.
Sólo quedaste para eso,
para eso:
otra cucharada de cereales.
© Carlos Ibarreta
9 años ago ·
Grande, Carlos. En el límite del silencio.
9 años ago ·
Como exploración de lo cotidano es un camino hacia lo sencillo y, por economía, hacia lo verdadero.