¿Una entre un millón? No. Una entre una multitud. Me obligo a pensar que solo soy alguien más entre una multitud de siete mil millones de personas. Siete mil millones de personas. Siete mil millones de personas. Solo necesito repetirlo una vez más para volver a la realidad. «Golpea tres veces los talones de tus zapatos de rubí para volver a casa desde el mundo fantástico de Oz». Siete mil millones de personas.
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