Cuentan de él que, de niño, hacía funambulismo en la cuerda de tender la ropa de su madre. Cuentan también que, como efecto secundario de un medicamento experimental que tomó durante años, había semanas que sólo podía ver en blanco y negro. Esto le colocó como punta de lanza del retorno de la Bauhaus en los años 90.
Cuentan también que, por extrañas razones, siempre ha sido polo de atracción de gente rara en su casa, a los que obsequiaba con tabaco y galletas.
Amante de la lírica, observador empedernido y nadador a croll, se he empeñado en difundir la zarzuela en un mercado tan difícil como el asiático. Hospitalario y entusiasta, sus vecinos le definen como un ciudadano con un concepto estético enormemente desarrollado.
Aficionado como ha sido siempre de los caminos difíciles, un día se hizo autónomo.
11 años ago ·
Muy logrado el disfraz. Una bufanda no dejaría dudas de que eres un auténtico piloto de la RAF.